Autor: RAMIRO CALLE

JAGUAR, 2003.

Os recomiendo este libro porque se lee con una gran facilidad, teniendo el autor un estilo sencillo y ameno. Como indica el propio título, el libro narra de forma sucinta la vida de Buda y también sus enseñanzas en general, con lo cual uno se hace una idea muy clara del tema. Si algo destaca en este libro es la sencillez y la claridad. Respecto a las enseñanzas, el lector no hallara una descripción de las mismas …sutras, tantras, etc. Ramiro Calle las va mostrando a medida que narra la vida de Buda y también al final del libro se recogen frases que dijo el Buda, que son de por si enseñanzas.

Me gustaría señalar una frase que Ramiro Calle destaca en la portada, antes de comenzar el libro y es la siguiente: “ El apego es veneno; es el veneno cubierto de dulce que enturbia la mente y hace el corazón ávido y posesivo”. Esta es una frase de Buda de una enorme trascendencia.

A continuación voy a exponer algunas ideas y frases que me han llamado la atención del libro y con las cuales yo he aprendido, sin antes indicar que la narración de la vida de Buda la hace en primera persona para que resulte más ameno. Ahí van: “ desean gente marcial, sin darse cuenta que la verdadera conquista es la de uno mismo”, “Yo sé que en toda victoria tanto pierde el que gana como el que fracasa….tanto la victoria como la derrota son dos grandes impostores y nada hay más peligroso para un hombre que el regusto por la victoria. Donde hay competición no puede haber compasión ni caridad”. “Abracé su cuerpo desnudo y dejé mis besos en su rostro inmaculado y tierno. En ese instante sentí que la pasión me quemaba, me confundía, me transportaba de embriaguez sensorial, pero ni siquiera ella podría silenciar jamás la llamada de todo mi ser para emprender, algún día, la larga marcha hacia la liberación definitiva”……

”Darse cuenta de cuanto dolor reinaba en el mundo, cuántas lágrimas se derramaban, cuánta desesperación había. No es que no haya placer, es que también hay dolor; no es que no haya deleite, es que hay pesadumbre sin fin. Todas las criaturas sintientes sufren, el sufrimiento es universal, el dolor es inherente a la vida .Y, sin embargo, nos aferramos desenfrenadamente a nuestro cuerpo y a todo aquello que le hace disfrutar”.

“Es un sannyasin, señor, un renunciante. Ha cortado con todas sus responsabilidades mundanas, ha dejado la vida de hogar y se entrega por completo a sus meditaciones, a su recogimiento, a su aventura espiritual. No exige jamás, solo pide. Tanto si le das como si no, permanece feliz. Es un yogui, un monje, no tiene más necesidades que las de comer y dormir. Él lo ha abandonado todo. ¿Cuál ha sido el motivo que le ha impulsado a ello? Hallar la calma profunda de la mente”. “Había comprendido que la vida tendría el sentido que yo quisiera procurarle, que para mí no era otro que buscar una salida del samsara, una puerta de acceso hacia la realidad incondicionada”. “No hay otra cosa que el amor y la compasión. Si no abrimos el corazón, ¿de qué ha servido vivir cincuenta o cien años?. “dieciséis veces más importante  que la luz de la luna es la luz del sol; dieciséis veces más importante que la luz del sol es la luz de la mente; dieciséis veces más importante que la luz de la mente es la luz del corazón. Cuando los seres coincidimos en el zozobrante sendero de la existencia, debe ser para ayudarnos”. “Ahora sólo albergo una ilusión en mi corazón: hallar el camino de la liberación de la mente, seguirlo, purificarme y enseñar el sendero a aquellos que quieran también seguirlo”…..”había hallado el modo de limpiar la mente y como me decía a mí mismo, la mente es el fundamento de todo y todo se fundamenta en ella. Una mente purificada hace un corazón puro. Un corazón puro es una flor que se abre y se abre en todo instante y se conecta con la energía de amor de todos los seres sintientes de la tierra”.

Estas y otras “perlas maravillosas” son las que aparecen en este libro de tan fácil lectura y comprensión.

Claudia Corrales Lantero