En la Medicina Tradicional Tibetana el cuidado de la piel es primordial. Es el órgano más grande del cuerpo y la barrera con la que cada día establecemos la interrelación con los factores de este mundo. Es además un elemento especialmente sensible y sensitivo, y que requiere una atención diaria.
Para esta medicina, la piel está relacionada con la energía viento, que se desplaza por todas las partes del cuerpo y conduce la información tanto a los órganos internos como a la mente. Durante muchos años, el cuidado de la piel ha sido investigado por los doctores de esta medicina, y se ha perfeccionado hasta lograr cremas y aceites cuya aplicación en la piel, ayuda en la fisiología y la salud mental.
El aceite es una fuente de proteínas que cumple una doble función, calentar los poros de la piel, aumentando el calor corporal y equilibrando con ello la circulación sanguínea y linfática, y por otro lado, mediante las proteínas que lo componen, dar solidez a la energía viento, que calma su circulación, y por ende contribuye a un equilibrio de la actividad mental.
Como ejemplo de esta investigación el instituto Men-Tsee-Khang, ha propuesto un aceite tibetano de masaje cuya composición ayuda en el tratamiento de los síntomas relacionados con el desequilibrio de la energía viento.
En su vertiente fisiológica, la aplicación de este aceite genera una capa de calor que mejora los dolores musculares, flexibiliza las extremidades, y es especialmente adecuado ante rigidez muscular y dolor lumbar y dolor general de espalda.
A nivel psicológico, el uso de este aceite ayuda a recuperar el sueño, en casos de insomnio, a mejora la sensación interna de felicidad y a relajar la mente en situaciones de estrés.
la aplicación de este aceite genera una capa de calor que mejora los dolores musculares
A través de la aplicación regular de este aceite se consigue que la energía del viento en el cuerpo se equilibre proporcionando una sensación general de calma y bienestar. Los efectos más notables de este aceite son la mejora de la circulación sanguínea, la reducción del exceso de grasa, la regeneración de músculos y ligamentos. A nivel general una sensación de estar más despierto y a gusto.
El aceite tibetano para masaje Sorig se prepara con nuez moscada, jenjibre, clavo, cúrcuma, cártamo, cardamomo, algodón de seda, alcaravea y aceites Til. Ha sido utilizado en la Medicina Tradicional Tibetana durante más de dos mil años.