El Dalai Lama ha reclamado este jueves la «implicación» de la Unión Europea frente a las autoridades chinas para resolver el conflicto tibetano, al tiempo que ha asegurado que «hay esperanza» de que se resuelva.
«Los partidarios de la línea dura (en China) deben pensar que la cuestión tibetana o se resuelve razonablemente y de forma adecuada o no desaparecerá. Dar este mensaje es muy importante», ha defendido el Dalai Lama durante un debate en la Comisión de Asuntos Exteriores de la Eurocámara en Estrasburgo, donde también se ha reunido con el presidente de la institución, Martin Schulz.
«Cuando ustedes expresan sus preocupaciones por las violaciones de Derechos Humanos y también sobre la libertad religiosa, son cosas que pueden hacer reaccionar más a los chinos», ha dicho, recalcando que a diferencia de lo que ocurría con los líderes de China en los años 60 y 70 a la actual cúpula en el poder sí le importa lo que piensa el mundo exterior.
«A través de la ira, del miedo es imposible traer la paz»
El Dalai Lama, que ha recordado que está «totalmente retirado» y ya no tiene ninguna «responsabilidad política» sobre el Tíbet desde 2011, ha invitado a los dirigentes europeos y eurodiputados a «visitar» la zona por entender que visitas del mundo exterior «pueden ayudar» a avanzar la solución, al tiempo que ha considerado «muy importante» la creación de un grupo de apoyo al Tíbet en la Eurocámara. «Esta es mi petición», ha explicado.
«Podemos resolver nuestro problema», ha recalcado el Dalai Lama, que ha recordado que no buscan la separación de China. «No buscamos la separación», ha insistido.
En cualquier caso, el Dalai Lama ha defendido que los problemas no se pueden resolver por la fuerza y ha elogiado el proyecto de integración europeo en beneficio del «interés común» tras recordar las «muchas matanzas en nombre de la soberanía nacional» que ha sufrido el Viejo continente en el pasado.
«Esto es realmente estupendo», ha dicho. «Soy uno de los admiradores de la Unión Europea espiritual», ha remachado, al tiempo que se ha mostrado convencido de que si el proyecto se emulara en África se reducirían muchos de los conflictos y ha dejado claro que la humanidad no puede ser indiferente a «las matanzas» en el mundo.
«Soy uno de los admiradores de la Unión Europea espiritual»
«No debe haber diferencias entre hermanos y hermanas», ha concluido, insistiendo en que los 7.000 millones de personas en el mundo pertenecen a la misma «familia humana» y todo el mundo «tiene el mismo potencial» para alcanzar «la paz interna» a través de la meditación analítica y la compasión. «Esto realmente ayuda a mantener la paz mental», ha explicado, dejando claro que la ira o el miedo son meras «reacciones emocionales espontáneas».
«A través de la ira, del miedo es imposible traer la paz», ha concluido, insistiendo en la necesidad de «promover la armonía» entre todas las comunidades «en base al respeto mutuo y el aprendizaje mutuo». «Es muy posible vivir juntos en armonía», ha dicho, insistiendo en la necesidad de «diferenciar algunos malhechores».