Siddhārtha Gautama nació en India alrededor del siglo IV a.C. y sus enseñanzas quedaron al mundo para dar vida al budismo.
Como la mayoría de la gente no tenía acceso a la cultura y para evitar que el conocimiento se limitara a grupos de monjes y eruditos, la trasmisión del Dharma fue realizada durante siglos de forma oral, aunque unos 600 ó 700 años después de la muerte de Buda, fue necesario escribir los textos que recogieran todos los sutras para que las enseñanzas no se perdieran. Al mismo tiempo, surge la necesidad de encontrar un vehículo de comunicación no escrita para llegar al mayor número posible de personas independientemente de su cultura o nivel intelectual.
Es entonces cuando el budismo utiliza el arte como medio para expresar su filosofía y aparecen las primeras imágenes que siguen las instrucciones del propio Siddharta explicadas en el Digha-nikaya, en las que pidió expresamente que no se hicieran representaciones físicas de él tras la extinción de su cuerpo.
Pero… ¿de qué manera podían representar los artistas este pensamiento y qué imágenes podrían utilizar que fueran comprendidas por el mayor número de personas? El único camino era el símbolo.
Los símbolos son el puente que ayuda a la mente a entender conceptos abstractos y también nos permiten recordar por su poder de asociación.
El arte simbólico se convierte en otro medio de difusión del Dharma, por ser un lenguaje visual directo y universal. Lo que puede ser difícil de explicar con palabras puede ser comprendido con una imagen. De esta forma el arte se puso al servicio de la filosofía budista y su misión era llegar directamente al corazón de los hombres. Es la transmisión en silencio.
La creación de las imágenes simbólicas va unida con la construcción de los primeros monumentos que conmemoraban los lugares sagrados relacionados con la figura de Buda : Las Stupas.
Durante la Dinastía Maurya, el Rey Ashoka el Grande, fue el primer Emperador de la India que declaró el Budismo como religión oficial y mandó edificar stupas en los lugares de peregrinación más importantes.
La stupa simboliza a Buda y en ellas se depositaron sus restos mortales.
Fueron construidas en piedra y cada elemento tiene una explicación simbólica alusiva a la cosmología budista. Sobre una plataforma circular que representa el samsara, se levantaba un altar donde habitualmente se colocaban las reliquias. Luego una semiesfera en forma de bóveda cubre el sagrado lugar y su parte más alta representa el nirvana. Todo estaba protegido por una barrera con sus puertas de entrada en el norte y al sur.
Todo ello nos recuerda los diferentes estadios o etapas hacia la iluminación y los devotos caminaban rodeando el monumento en silencio o se sentaban frente a sus muros para la práctica de la meditación, tal y como Buda enseñó.
Las stupas fueron recubiertas en sus muros exteriores y puertas de entrada de altos y bajorrelieves en piedra, creando una obra narrativa de gran valor ilustrativo, educativo y pedagógico que todos reconocían y entendían sin necesidad de leer los textos.
Si analizamos con atención la Torana de la Stupa de Sanchi, podemos encontrar muchos de los primeros elementos simbólicos que se crearon.
En la parte superior aparece la Rueda de la Ley (Dharmachakra). Antiguamente la rueda simbolizaba la conquista de nuevos territorios y el poder dinástico de reyes que iban sometiendo a los pueblos bajo su mandato.
El arte budista adopta este símbolo pero para representar desde ese momento la victoria ante los obstáculos internos, no sobre los enemigos externos. Cuando Buda dio su primer sermón, la rueda del Dharma empezó a girar.
Los leones son los guardianes de las enseñanzas. También son un símbolo de la nobleza ya que el príncipe Siddharta era conocido como el «León Shakya«. Los encontramos también en las puertas de entrada a los templos y como colofón de grandes pilares cerca de las stupas.
Muchas imágenes representan episodios importantes de la vida de Buda (nacimiento, renuncia, iluminación, enseñanzas y paranirvana) así como las historias jatakas que narraban sus vidas anteriores.
En esta imagen, la Reina Maya madre de Siddharta, sueña con un elefante blanco, presagio de que concebirá un hijo poderoso que cambiará el destino de los seres humanos. Durante un viaje comienza a tener los dolores del parto, y se detiene bajo un árbol para dar a luz. Se agarra con fuerza a las ramas y de su costado nacerá el futuro Buda.
En esta aparece el árbol de Bodhi, que recuerda el lugar donde Siddharta se sentó y meditó hasta alcanzar la iluminación.
La Huella del pie de Buda (Buddhapada) es otra de las representaciones simbólicas más populares del arte budista. Puede estar sola o los dos pies juntos. Simbolizan el impacto de las enseñanzas de Siddharta en el mundo.
Aparecen grabadas la rueda, la esvástica, el símbolo de omega y la flor del Loto símbolo de la pureza de la mente de Buda.
En estas huellas también aparece el pez como símbolo de liberación de todas las limitaciones físicas, la concha que representa el sonido de la voz de Buda y la maza como el método para eliminar la ignorancia, uno de los tres venenos.
La representación simbólica perduró hasta el siglo II d.C., pero la influencia del arte Griego que llega hasta la India con Alejandro Magno, dará paso a las primeras formas antropomórficas de Buda tal y como en la actualidad lo conocemos.