Muy Venerable Lama Geshe Tsering Palden
La enseñanza de Buda siempre va dirigida a hacer las acciones positivas, evitar las negativas y subyugar la mente.
Tsong Kapa decía que una motivación positiva siempre da un resultado positivo y una motivación negativa siempre da un resultado negativo. Todo depende de nuestra motivación.
Shantideva decía que la mejor ética es la de vigilar la mente y decía que ¿De qué sirven las demás éticas si no practicamos esta?
Todos los maestros nos hablan de transformar la mente y trabajar con las emociones aflictivas. Si realmente nos interesa, podemos cambiar nuestra mente. No hay límite para desarrollar la mente positiva. El ejercicio físico tiene un límite, pero esto no existe para la mente. Nuestras emociones negativas y nuestros pensamientos destructivos tienen un límite pero el amor, la compasión y la sabiduría se pueden desarrollar infinitamente.
Si desarrollamos la mente negativa, generamos insatisfacción y todo tipo de problemas. Si desarrollamos la mente positiva, nos puede proporcionar la felicidad que buscamos y nos da más seguridad y paz interior.
Hay dos tipos de conducta, interna y externa. La interna es más importante. Esto no quiere decir que no sirva la ética, que sí es importante, pero es más importante nuestra actitud interna, porque la acción externa siempre sigue a nuestra mente. Después de haber pensado es cuando comenzamos un trabajo. La mente es la que manda, y si lo que manda es bueno, lo que le siga será bueno.
Nuestra mente siempre está pensando algo. Somos incapaces de contar todos los pensamientos que se generan en un día. Algunos pensamientos pueden ser benéficos y otros pueden ser negativos, que nos pueden traer consecuencias negativas. Para saber cuáles son las mentes positivas y cuales las negativas tenemos que estudiar bien cómo funciona nuestra mente y cómo podemos controlar nuestros engaños y emociones negativas. Si así podemos subyugar nuestra mente, podremos subyugar nuestra conducta física y verbal de una forma natural.
Hasta cierto nivel todos sabemos cómo el enfado y otras emociones negativas nos causan daño y cómo influyen a los que están con nosotros. Si cultivamos amor auténtico, compasión y sabiduría, seremos más felices y los que están con nosotros estarán contentos. Por eso es importante estudiar la mente e identificar cuáles son los pensamientos negativos que tenemos que subyugar y cuáles son los positivos que tenemos que seguir.
La naturaleza de la mente es pura y clara luz. Buda dice que cada uno de los seres conscientes posee el potencial de despertar. Las cualidades positivas (amor, compasión, sabiduría) están fundadas en la naturaleza búdica. Por eso los engaños no son permanentes, porque se pueden separar de nuestra mente.
Dependiendo de la naturaleza de la mente podemos cambiar nuestra mente y desarrollarla infinitamente.
Buda Sakyamuni era un hombre como nosotros, que se equivocaba y tenía emociones negativas, y fue por su práctica por lo que alcanzó la iluminación. Por eso si practicamos correctamente podemos superar las emociones negativas.
Todo nuestro sufrimiento o felicidad depende de causas y condiciones. Esto implica que podemos hacer algo para cambiar nuestra vida. Cada uno es responsable de su propio sufrimiento y de su propia felicidad. No podemos echar la culpa a otros seres cuando nos va mal en algo.
Otro punto importante del budismo es respetar la vida de otros seres conscientes. El fundamento es no-violencia, que implica compasión, que es la base de la práctica del budismo. Todo el mundo depende de otros, y depende del respeto y del amor de otros.
La última meta del camino del Dharma es lograr el estado de Buda, que es cuando uno ha eliminado las mentes negativas.
Desde este estado se pueda ayudar a los seres con muchísima más sabiduría.