La paz y la supervivencia de la vida en la Tierra tal y como la conocemos están amenazadas por actividades humanas que carecen de compromiso con los valores humanitarios. La destrucción de la naturaleza y de los recursos naturales es resultado de la ignorancia, de la codicia y de una falta de respeto por los seres vivos de la Tierra.
Esta falta de respeto se extiende incluso a los descendientes humanos de la Tierra, las futuras generaciones que heredarán un planeta inmensamente degradado si la paz mundial no se convierte en una realidad y si la destrucción del medio natural continúa al ritmo actual.
Nuestros antepasados veían la Tierra como rica y abundante, lo cual es cierto. Muchas personas en el pasado también percibían la Tierra como inagotablemente sostenible. Ahora sabemos que esto solo es así si la cuidamos.
No es difícil perdonar la destrucción que tuvo lugar en el pasado, pues era resultado de la ignorancia. Hoy en día, sin embargo, tenemos acceso a más información y es esencial que reexaminemos éticamente lo que hemos heredado, aquello de lo que somos responsables y lo que pasaremos a las generaciones que vienen. Claramente esta es una generación crucial. La comunicación global es posible, pero las confrontaciones tienen lugar más a menudo que los diálogos significativos por la paz.
Nuestras maravillas de la ciencia y la tecnología se equiparan e incluso son superadas por muchas tragedias actuales, incluyendo la hambruna humana en algunas partes del mundo y la extinción de otras formas de vida.
La exploración del espacio exterior sucede al mismo tiempo que los océanos, mares y zonas de agua dulce de la propia Tierra se encuentran cada vez más contaminados y sus formas de vida son ampliamente desconocidas o malinterpretadas.
Puede que las futuras generaciones no lleguen a conocer en absoluto muchos de los hábitats, animales, plantas, insectos e incluso microorganismos de la Tierra que hoy son raros o están en peligro de extinción. Debemos actuar antes de que sea demasiado tarde.
Este mensaje, con fecha del 5 de junio de 1986, marca el Dia Mundial del Medioambiente, y el tema de ese año, Paz y Medioambiente. Reimpreso de Árbol de la Vida: Budismo y Protección de la Naturaleza, Percepción Budistas del Naturaleza, 1987.
Traducido del Inglés por Elisa Pérez Ochoa