¡ Consigue la llave de tu mente, tu verdadero propósito es la felicidad !

Todo el mundo quiere ser feliz pero muy pocos encuentran la felicidad. En nuestra búsqueda de satisfacción cambiamos de pareja, de amistades, estudiamos, trabajamos, hacemos deporte, nos gastamos el dinero, viajamos….

la llave de la felicidadCasi todas las cosas que hacemos son un intento para conseguir la felicidad y evitar el sufrimiento. No hay nada malo en querer ser feliz. El problema es que pensamos que las cosas, las relaciones, las posesiones y las aventuras tienen en sí mismas la capacidad de satisfacernos, creemos que son la causa de la felicidad. Pero no pueden serlo porque sencillamente no son duraderas. Todo lo que existe, debido a su propia naturaleza, cambia constantemente y tarde o temprano desaparece. La felicidad basada en las cosas externas ni nos satisface plenamente ni nos libera de los problemas.

El budismo nos dice que hay una felicidad duradera y estable y que todo el mundo tiene el potencial de experimentarla. Las causas de la felicidad están en nuestra propia mente y los métodos para conseguirla pueden ser practicados por cualquier persona, en cualquier lugar y con cualquier estilo de vida.

Con la práctica de la meditación podemos aprender a ser felices, incluso en las situaciones más difíciles y liberarnos de problemas como la insatisfacción, la ira, el apego y la ansiedad. Es posible eliminar las turbulencias de nuestra mente para que nos dejen ver nuestra claridad mental.

Desarrollando de forma gradual las técnicas de la meditación nos familiarizamos más y más con el funcionamiento de nuestra mente y empezamos a ser capaces de resolver nuestros propios problemas.

Pero la base principal para equilibrar nuestro cuerpo y nuestra mente y conseguir una buena salud, es familiarizarnos con el amor y la compasión. Estos nos alejarán del sufrimiento, provocado por la obsesión por nosotros mismos y nos llevarán a la calma, a la paz interior y a la verdadera felicidad.

En palabras del Dalai Lama: “El amor y la compasión son necesidades, no lujos, sin ellos la humanidad no puede sobrevivir”.

En palabras del Lama Geshe Tsering Palden: “Mantener la salud puede ser complicado y costoso, pero si tú meditas en el amor y la compasión tu mente se calma y los cuatro elementos de tu cuerpo (tierra, agua, fuego y aire) estarán equilibrados y tendrás mejor salud”

Llegados a este punto, posiblemente estarás preguntándote: ¿Cómo puedo meditar en el amor o en la compasión y mejorar mi salud y mi bienestar?

la meditación, la llave de la felicidad

Para meditar en el amor, por ejemplo, puedes hacerlo de la siguiente manera:

  • Primero establécete en la posición meditativa con la espalda recta, pero no rígida y dirige tu atención a la respiración, de esta manera relajarás tus músculos, liberarás tus pensamientos y soltarás todas tus preocupaciones.
  • Imagina posteriormente una experiencia, un momento, una sensación de genuina felicidad y de amor que hayas vivido y intenta enfocarte en esa visualización.
  • Imagina como tu ser se llena de ese momento de amor y felicidad que has vivido y conviértelo en luz, de tal manera que tu cuerpo se convierta en un cuerpo de luz amorosa.
  • Imagina que estás sobresaturado de esa luz, hasta el punto en que ya no puedes contenerla y se expande como rayos de luz en todas las direcciones, abarcando el espacio en el que te encuentras y a todas las personas que te rodean, llenándolas de amor y felicidad.
  • Ahora recoge todo ese amor que has ofrecido y llévalo al centro de tu chakra corazón, punto donde reside tu conciencia y céntrate en la sensación que te produce.
  • Finalmente, deja de visualizar y descansa en esa sensación de amor y bienestar tanto tiempo como puedas. Si pierdes la concentración en esa sensación, vuelve a buscarla y cuando la consigas, sostenla de nuevo, situándola en el centro de tu chakra corazón y ahí descansa, sintiéndote feliz por haber podido ayudarte a ti mismo y también a otros.

Cuando pienses que ya es suficiente, sal de tu meditación y intenta llevarte esa sensación de felicidad y amor, vayas donde vayas durante el resto del día. Si la has practicado antes de dormir, intenta que te acompañe durante tus horas de sueño, seguro que serán sanadoras y placenteras. Con el tiempo y a medida que vayas practicando, ves incluyendo en tus meditaciones a las personas no tan cercanas o incluso a las que te hayan perjudicado en algún momento de tu vida, con el propósito de que tu amor y tu compasión vayan creciendo.

Habrás conseguido entonces la llave de la felicidad duradera.

“El verdadero héroe es aquel que conquista su propia ira y odio” Dalai Lama.

 

Joana Maria Torró Vallori